Presupuesto europeo a largo plazo: ganancias y pérdidas de las RUP en la propuesta de Charles Michel
EL CONSEJO EUROPEO extraordinario del pasado 20 de febrero no satisfizo a nadie sobre el presupuesto a largo plazo de la Unión Europea para el periodo de 2021 a 2027. La propuesta de gastos presentada por el presidente del Consejo, Charles Michel, no fue lo bastante austera, para los cuatro Estados “frugales” (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia), que, como contribuyentes netos a la UE, piden que el Marco Financiero Multianual de la UE se reduzca a un 1,07% del GNI (los ingresos brutos totales de los Estados Miembros de la UE-27), desde el 1,11% propuesto por la Comisión Europea. Tampoco fue lo bastante ambiciosa, para el Parlamento Europeo y los llamados “amigos de la cohesión”, el bloque de Estados miembros, entre ellos España, Portugal y –con matices– Francia, que proponen que los gastos de la UE para 2021-2027 lleguen al 1,38% del GNI y se oponen, en particular, a que se reduzcan en 44.000 millones de euros (un 12% menos) los fondos de la Política de Cohesión, tal y como propone la Presidencia del Consejo Europeo en la última versión del Marco Financiero sobre la que se está negociando.
Las nueve regiones ultraperiféricas de la Unión Europea han quedado atrapadas en esta gatera revuelta. Sus autoridades locales intentan que los arañazos y los jirones de pelo perdidos sean los menos posible. Invocar el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento, que reconoce el estatus singular de las RUP y obliga a las instituciones de la UE a tener en cuenta las desventajas y las oportunidades de la lejanía y de los recursos naturales únicos de los territorios ultraperiféricos (Azores, Canarias, Guayana, Guadalupe, Madeira, Martinica, Mayotte, La Reunión y San Martín), no parece servir de mucho, en una Unión Europea que acaba de perder al Reino Unido y tiene urgencias existenciales que atender.
Cada hito en el proceso de adopción del Marco Financiero Multianual para el periodo 2021-2027 provoca una tensa espera en las nueve capitales de la zona EU-RUP. Cada nueva ronda de negociación da lugar a un análisis de lo que se ha ganado y lo que se ha perdido, en comparación con la anterior. La propuesta de Charles Michel presentada al Consejo Europeo del pasado 20 de febrero –la que ocupa la mesa de negociación, en estos momentos– no es una excepción.
Para las RUP, los dos resultados más relevante del último Consejo Europeo son, por un lado, que estas regiones recuperan parte de las ayudas del Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) para Empleo y Crecimiento, perdidas en la propuesta de la Presidencia Finlandesa del Consejo de la UE, que se discutió en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de diciembre de 2019; por otro, la tasa de co-financiación (el porcentaje del presupuesto de un proyecto que aporta la Unión Europea) para la inversión en iniciativas en las regiones ultraperiféricas, que pasa del 70% (propuesta de la Presidencia Finlandesa, en diciembre de 2019) al 75% como máximo (propuesta de la Presidencia del Consejo Europeo, en febrero de 2020), pero aún está lejos del 85% que esperaban las RUP. Para los proyectos de cooperación entre regiones –los llamados Interreg–, la tasa de co-financiación será del 70%, como máximo.
La asignación a las regiones menos desarrolladas de la UE (entre ellas, siete de las nueve RUP: Azores, Guayana, Guadalupe, Madeira, Mayotte, La Reunión, San Martín) pasa de 195.600 millones a 200.000 millones de euros, entre la propuesta de diciembre de 2019 (Finlandia) y la de febrero de 2020 (Charles Michel), según muestra un análisis comparativo publicado después del Consejo Europeo del 20 de febrero por la CPMR (Conferencia de Regiones Marítimas Periféricas). La asignación a las regiones en transición de la UE (entre ellas, las RUP Martinica y Canarias) pasa de 42.200 millones a 44.900 millones de euros.
Posición de las regiones ultraperiféricas en el procedimiento de adopción del Marco Financiero Multinanual de la UE para el periodo 2021-2027. Cifras expresadas en millones de euros.– Fuente: CPMR
Aun así, la inversión en Empleo y Crecimiento, que es el capítulo más importante del FEDER, y consume entre 315.000 y 320.000 millones de euros, se ha reducido un 2,14% (6.894 millones de euros), desde la propuesta de la Comisión Europea. La reducción recae en las regiones más desarrolladas, que pierden 7.042 millones de euros (un 20% menos), con respecto a la asignación que propuso la Comisión en mayo de 2018. La CPMR no comparte este recorte selectivo: “La Política de Cohesión ha sido un instrumento para atajar las desigualdades e impulsar competitividad en todos los territorios de Europa, independientemente de su nivel de desarrollo”.
La asignación específica a las RUP en el Fondo Europeo de Desarrollo Regional sigue siendo de 1.400 millones de euros para el periodo 2021-2027, en la propuesta de febrero de 2020 elaborada por la Presidencia del Consejo Europeo. Es la misma cantidad que les asignó la Presidencia Finlandesa en diciembre de 2019, pero siguen siendo 47 millones de euros menos (un 3,25%) que la propuesta de la Comisión Europea, de mayo de 2018.
La inversión en cooperación territorial –los llamados proyectos Interreg– se reduce en 500 millones de euros (un 5,3%) con respecto a la propuesta de la Comisión. Para las regiones ultraperiféricas, en cambio, la situación no cambia en este capítulo: la Comisión Europea les había asignado 270 millones en la propuesta de mayo de 2018, la Presidencia Finlandesa les asignó 273 millones en diciembre de 2019, y la Presidencia del Consejo Europeo les ha asignado 271 en la propuesta de febrero de 2020.
En la columna de pérdidas para las RUP, hay que anotar una variación en el Fondo Social Europeo. La asignación específica para las regiones ultraperiféricas ha pasado de 377 millones de euros, en la propuesta de la Comisión Europea de 2018, a 250 millones de euros, en la del presidente Charles Michel, en febrero de 2020. Representa un 33,69% menos. Además, la propuesta actualizada a febrero incluye en el reparto a las 14 regiones escasamente pobladas de Suecia, Noruega y Finlandia. Menos inversión, a repartir entre más regiones.
El Fondo Europeo Agrícola y de Desarrollo Rural (FEADER), uno de los instrumentos de la Política Agraria Común, pasa de 80.037 millones de euros en la propuesta de diciembre de 2019 a 72.537 millones, en febrero de 2020. Aparece, en cambio, un nuevo instrumento, el Fondo para una Transición Justa a la neutralidad climática, con el que la Comisión Europea quiere compensar a las regiones afectadas por la reconversión a que les obligará el Pacto Verde Europeo. La Comisión ya ha publicado su propuesta de criterios de asignación de este nuevo Fondo, y las regiones ultraperiféricas, en principio, no parecen estar entre las regiones especialmente elegibles para recibir inversiones destinadas, más bien, a la sustitución de actividades de minería del carbón y de industrias derivadas del petróleo.
El Fondo de Asilo y Migración se reduce en 500 millones de euros, pasando de los 9.205 millones que había propuesto la Comisión en mayo de 2018, a los 8.705 millones de la propuesta que está sobre la mesa desde el Consejo Europeo del pasado 20 de febrero.